Descentrados Chile

Cómo las familias chilenas perciben los efectos de la Pandemia Covid-19 en distintos ámbitos de su vida

Fotografía: Consuelo Ramírez Valenzuela

Por Claudia Urrutia Labrín
Colaboradora Descentrados
Mirennis Sánchez Mora
Directora Descentrados
Sebastián Valenzuela Cisternas
Director Descentrados

Cuando el 3 de marzo de 2020 el Ministerio de Salud notificara el primer caso de Covid-19, no imaginamos cómo eso afectaría todas las dimensiones de nuestra vida individual, familiar y social. Empezaron a dispararse los gráficos del desempleo, muchos tuvieron que abandonar sus trabajos, a otras/as el trabajo los abandonó, hubo quienes debieron seguir en sus labores, llamadas esenciales, a costa del peligro que eso significaba y el teletrabajo entró a los hogares, invadiendo la vida familiar, reconfigurando sus límites y desafiando a la familia en sus dinámicas, sus roles, sus tiempos y sus recursos. Sin embargo, a la fecha, a nivel nacional, los análisis se han centrado en la crisis desde su carácter sanitario y económico, a la vez que, en una mirada centrada en el dato, no así en cómo se ha experimentado esa crisis desde las subjetividades de las chilenas y los chilenos.

Estudios realizados en países como España, Argentina, Perú y otros (Barbosa y Montag, 2020; Llerena y Sánchez, 2020), llaman la atención sobre la profunda crisis que ha significado la Pandemia no solo desde el punto de vista de la salud, sino en términos económicos, políticos y socioculturales, ya que ha impactado de manera diferenciada a diversos grupos y estratos socioeconómicos y sus diferentes dinámicas subjetivas. Pero: ¿Cómo ha impactado la Pandemia en los distintos ámbitos de la vida de las personas en Chile? ¿En sus modos de pensar y de ser, de relacionarse y de comunicarse? ¿Cómo lo vivencian los propios sujetos? ¿Y por qué el sujeto? Porque su percepción y vivencias son fundamentales para entenderlo como un actor trasformador, con visión país, con herramientas de cambio y opinión ciudadana. La familia, por su parte, es una institución clave para el análisis, en tanto búsqueda de estrategias, por parte de sus miembros, para enfrentar las situaciones diversas a las que se ha visto expuesta desde el inicio de la crisis.

Desde revista digital Descentrados, a modo exploratorio, durante los meses de marzo y abril de 2022, encuestamos a 171 familias de diversas regiones del país (14 de 16 regiones), con diferentes características en cuanto a su conformación, ingresos económicos y nivel educacional, sin considerar cuotas según criterios predefinidos. Buscamos explorar la percepción de las familias sobre cómo les afectó la Pandemia Covid-19, en diversos ámbitos de su vida (económica, cultural, social, política, entre otras). Aunque dichos resultados no son generalizables, nos entregan un panorama respecto de la opinión de las familias sobre los impactos que la Pandemia ha tenido en ellas.

Desde una perspectiva más global, que incluye los ámbitos culturales, comunicaciones, así como el acceso a redes de apoyo, la distribución de los cuidados familiares, entre otros indicadores, pudo realizarse un análisis que arroja algunas luces sobre los sentidos y subjetividades asociados a la crisis, desde la propia mirada de la familia.

Para iniciar, situamos a los y las encuestados/as antes de la Pandemia y consultamos sobre distintos aspectos de la dinámica de la familia. En este contexto, el 86% señaló que su dinámica familiar era respetuosa y armónica. El 83.6% indicó que las normas y los límites estaban claramente definidos: el 84,2% que sus relaciones afectivas eran positivas, el 81, 3% que había buena comunicación entre sus miembros y el 73,7% que existía un buen uso del tiempo libre por parte de la familia y de sus miembros. Hay una percepción positiva, armónica, de esas familias sobre sus dinámicas antes de la Pandemia.

A las mismas familias consultamos si a partir de los efectos de la Pandemia han percibido cambios negativos en algunos ámbitos de su vida familiar y más de la mitad de las personas encuestadas (57,9%) señaló que la economía familiar se vio afectada; lo que va en la misma línea de lo planteado por otros análisis nacionales, que indican que las chilenas y los chilenos perciben la economía y el desempleo como los principales problemas del país (Latinobarómetro, 2020).

Una dimensión clave en las estrategias familiares para enfrentar la crisis ha sido, contar o no con redes de apoyo. Respecto a las relaciones sociales y redes de apoyo, el 49,1% señaló que se vieron afectadas de forma negativa y en cuanto a las comunicaciones el 46,8% señaló haber experimentado cambios negativos en esa área.

Ante la pregunta: ¿Existe en la familia, personas con dependencia que requieran cuidado permanente? Por ejemplo, niños y niñas, adultos mayores dependientes, personas con discapacidad, entre otros, el 45% señaló tener integrantes dependientes que requieren cuidado. De ellas el 58,4% señaló haber experimentado cambios negativos con relación a la organización de los cuidados familiares, en cambio, en quienes no tienen integrantes que requieren cuidado, este porcentaje baja al 37,2%. Es decir, las familias que tiene integrantes que requieren cuidado, en mayor parte, perciben que la organización de estos cuidados sufrió cambios negativos. En cambio, en las familias cuyos integrantes no requieren cuidado familiar, la percepción de impactos negativos es menor.

Otra dimensión del análisis fue el efecto de la Pandemia en otros ámbitos de la vida de las familias encuestadas. Respecto a sus relaciones culturales, el 53,8% señaló que ha tenido efectos negativos, y el 58,5% dice que también se vio afectado en su salud y el 59,6% en su educación.

Sobre las relaciones políticas, el 31,6% señaló estar de acuerdo con que se afectaron negativamente y estar en desacuerdo con la afirmación, habiendo un 36,8% que no estuvo ni de acuerdo ni en desacuerdo.

Pero no todas las dinámicas familiares se reconfiguraron de la misma manera. Al realizar la pregunta de forma inversa, es decir, si la familia experimentó algún cambio positivo con la Pandemia Covid-19, respecto a la economía familiar, sólo un 15,8% señaló estar de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación. En cuanto a las redes sociales y de apoyo el 31,6% indicó haber experimentado cambios positivos en esos aspectos y un 33,3% en las comunicaciones. Y en cuanto a la organización de los cuidados familiares, hay 23,4% que indicó la existencia de cambios positivos al respecto.

Al realizar las mismas preguntas, pero analizando la percepción sobre los cambios individuales del o la encuestado/a, el 49,7% señala haber sido afectado negativamente en su economía, en sus relaciones sociales (el 47,4%) en sus comunicaciones (el 44,4%) y en sus relaciones culturales (el 45,6%). Asimismo, hay un 45,6% que percibe cambios negativos en su salud, un 42,1% en su educación y 31% en sus relaciones políticas.

Además de las preguntas por ámbitos de la vida familiar, les consultamos si consideran que la crisis por contexto de la Pandemia tiene otro carácter más allá del sanitario. La mayoría está muy de acuerdo o de acuerdo. Así, el 78,4% considera que, además, es económica, el 78,9% que también se trata de una crisis social, el 71,3% que es comunicacional, el 74.3% que también se manifiesta como crisis educacional, el 70,2% cree que adicionalmente, es cultural, el 70,2% que es política también y el 53,2% que tiene también otro carácter no descrito en las alternativas presentadas.

Ya desde el año 2020 son disímiles los estudios en América Latina que debaten sobre los efectos del COVID- 19 en las economías nacionales (CEPAL, 2020), la salud mental de la población (Sáez-Delgado et. Al, 2020; Madariaga y Oyarce, 2020), sus efectos psicosociales en distintos estratos socio económicos (Leiva et. Al, 2020) y las respuestas de las políticas públicas ante la crisis, la que ha sido definida no solo como sanitaria, sino estructural.

Vemos que las percepciones familiares en torno a los cambios que ha provocado la Pandemia en ellos son diversas, como diversas son las realidades de cada una. La respuesta del Estado, a nivel de política pública, se dirigió a paliar los efectos económicos asociados a la pérdida de empleo, a través de la inyección de recursos directos y en los aspectos psicosociales. Muchos programas del Estado debieron reconfigurarse para continuar acompañando a las familias con las que ya venían trabajando, pero surgieron nuevas necesidades que no estaban siendo cubiertas y nuevas familias que requerían atención.

Estamos llamados a reflexionar sobre los cambios estructurales que nos demandan los nuevos tiempos, a involucrarnos, participar, construir. La Pandemia demostró lo vulnerables que somos como personas, como familias y como país. Hizo surgir nuevas vulnerabilidades de las cuáles quizás no éramos conscientes y hoy en día, desafían la atención de la política pública y exigen mecanismos de atención urgentes. Y ese “sistema cambiante, que se constituye como un grupo poliforme y diverso en su configuración” llamado familia, demanda políticas integrales, centradas en las personas, en función de un mejor vivir para todas y todos.

Referencias

  •  Barbosa, M. y Montag, D. (2020). El COVID-19 y su impacto socio cultural: emociones, poderes y nuevas solidaridades. Documentos de Trabajo. (IELAT) Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos. 138, 1-35. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7550467
  • Llerena, R., y Sánchez Narváez, C. (2020). Emergencia, Gestión, Vulnerabilidad y Respuestas frente al impacto de la pandemia COVID-19 en el Perú. Scielo.Org. Recuperado de https://preprints.scielo.org/index.php/scielo/preprint/view/94/129
  • Sáez-Delgado, F., Olea-González, C., Mella-Norambuena, J., López-Angulo, Y., García-Vásquez, H., Cobo-Rendón, R., y Sepúlveda López, F. (2020). Caracterización Psicosocial y Salud Mental en Familias de Escolares Chilenos durante el Aislamiento Físico por la Covid-19. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social (RIEJS), 9 (3), 281–300. https://doi.org/10.15366/riejs2020.9.3.015
  • Leiva, A. M., Nazar, G., Martínez-Sanguinetti, M.A., Petermann-Rocha, F., Ricchezza, J., y Celis-Morales, C., (2020). Dimensión Psicosocial de la Pandemia: La otra cara del COVID-19. Ciencia y Enfermería, 26. https://doi.org/10.29393/CE26-3DPAL60003
  • Madariaga Araya, C., y Oyarce Pisani, A. (2020). Pandemia por COVID-19: un hecho social total. Sus efectos sobre la salud mental de los chilenos. Revista Chilena de Salud Pública. p. 13-29. Doi:10.5354/0719-5281.2020.60371

https://www.latinobarometro.org
https://cepal.org/es