Descentrados Chile

Narradores ciborg

Fotografía: Andrés Campos Caserza

Por Diego Loaiza

Comunicador – investigador – productor multipantalla.

Doctorando en Comunicación.
Creative Manager en GlobalCast Lab | Rector en SABE Tecnologías

diegoloaiza@outlook.com

 

Ha nacido un nuevo tipo o categoría de narrador. Hoy cuando los relatos se producen y distribuyen de múltiples maneras, es crucial entender que los modos de llamar la atención de las audiencias se están transformando, y adquieren formas alternativas y complejas según la necesidad, intención, plataforma, y creador. 

La narración pasa por una crisis, diría Byung-Chul Han, sin embargo, allá van, provocando perspectivas, sucesos y realidades. El concepto de “fake news “se va quedando corto y se van creando lógicas de consumos dirigidas a públicos que encuentran en las manifestaciones hipercibernéticas otras posibilidades del goce.

Estéticas propias y artificiales surgen en los ecosistemas comunicativos de la presente era y adquieren dimensiones de co-creación entre mentes humanas y organismos de silicio. Es por tal razón, que es entendible como aparecen manifestaciones que intentan aproximaciones a relatos producidos por entes y agentes que auto aprenden de manera profunda, para entregar colores y formas en sintonía con narraciones para los sentidos contemporáneos.

Generaciones que están a la vanguardia, – o tal vez, en la búsqueda de experiencias significativas- que les llene de diferentes posibilidades para un disfrute que ha perdido interés en el terreno de lo orgánico. Es allí cuando se desprenden storytellings rebosantes de diversidades y encuentros. Los públicos-creadores encuentran herramientas y oportunidades de manifestaciones artísticas cuando hacen sinergia con las máquinas, sin darse cuenta que están gestando a un nuevo protagonista del relato: el narrador-ciborg.

La importancia de este actor en la ecología mediática se da como el más importante operador de narraciones en épocas de IA, y que surgen de la casualidad y el deseo por evidenciar las realidades que los algoritmos nos permiten percibir. Nos preguntamos por las manifestaciones que dieron nacimiento a este agente, y dentro de las pesquisas podríamos mencionar las siguientes:

-Apropiación del capital cultural y simbólico: Se trata de la actual forma de poseer, y es debido a las no-cosas que hoy hacen parte de la cotidianidad. Más importante es el acceder, el estar conectado y lograr encuentros digitalizados en donde apropiamos culturas diversas y productos simbólicos.

-Mutaciones e hibridaciones: La mezcla y tejidos que se dan entre el sinfín tecnologizado es un elemento clave para entender las propuestas conceptuales de estos narradores, y que propician formas estratégicas, creativas y de consumo adaptable. Mutar e hibridar es la característica fundamental del ciborg que hoy relata y circula nuevos sentidos.  

-Integración e intercambio: El valor de los encuentros, ya sea en los universos, metaversos, o pluriversos, son las posibilidades humanas que nunca se deberían limitar, y mucho menos, olvidar. Aunque lo virtual es la tendencia, aquí lo importante es la integración para compartir, cooperar y co-crear, ya que de allí aparecen las narrativas que hoy se van popularizando en el terreno de lo artificial.

-Objetivación de los deseos: Mientras existan humanos vivirán los deseos. Incluso ya en los artefactos se denota cierto impulso relacionado. Aquí las incertidumbres, pero también, las precisiones sirven de terreno fértil para la construcción de paradigmas alternativos por encontrar la satisfacción efímera y las pasiones instantáneas. En ese sentido, la materialización del deseo entre aplicaciones y narrativas se transforma en asuntos objetivos y en casi una ley para la manifestación artística o creadora.

-Ritualizaciones: Los procesos y espacios se van generando a partir de métodos y consumos que se dan en las narrativas, atendiendo a rituales y puestas en escena que promueven identidades, tribus o colectivos. Las ritualizaciones creadas y compartidas por los narradores-ciborg se integran a la narrativas y se exponen a las audiencias para que estos a su vez, fomenten nuevas ritualidades, creando escenarios en loop permanente.

Son esas sospechas y consideraciones lo que permite inferir que ha nacido un nuevo tipo o categoría de narrador. Con múltiples posibilidades de proyección, y con un camino enorme por recorrer. El narrador-ciborg ya es protagonista y lo podemos ver en diversos escenarios con aportes que empatizan con las realidades actuales, y que están en sinergia con la producción mediática de la ‘algoritmización’ y las ‘máquinas inteligentes’. No perderlos de vista es clave, pues es casi seguro, que ellos nos seguirán la pista a nosotros, finalmente, somos sus audiencias. 

 

“Los narradores-ciborg ya están entre nosotros”

 

Estas historias continuarán…