Descentrados Chile

Los medios alternativos, son los medios del mañana

Fotografia:Getty Images

Por Shirley Ruiz
Artista, Costa Rica 

En una tarea escolar, la maestra les dice a sus estudiantes que escriban un listado de diez pasos a seguir en la visita de un museo. Uno de los chicos con tan solo 10 años inició su tarea y le puso como título: “Un decálogo para disfrutar de todo el mundo del arte” con las siguientes instrucciones:

  1. Imaginar todas las historias
  2. Mirar en detalle los cuadros y los textos
  3. Buscar el significado del cuadro
  4. Mirar el cuadro para entender la historia
  5. Disfrutar de la historia que imaginas
  6. Probar todas las historias posibles
  7. Valorar toda la creación
  8. Disfrutar del cuadro 
  9. Fijarte en el artista
  10. Valorar al artista

No vengo a hablarles sobre arte ni museos, vengo a hablarles sobre “El discurso de los grandes medios de comunicación”, pero como soy artista, encuentro constantes analogías entre el arte y la cotidianeidad que vivimos en la actualidad.

Con tan solo 10 años, este niño me ha dado toda una lección de cómo debería ver, analizar y entender cada obra, cada lectura, cada información y atreverme a mirar más allá de lo que en este caso, los medios de comunicación quieren que crea y entienda.

Mientras los medios de comunicación de derecha tratan de ganarse a sus lectores, la izquierda rompe una burbuja que se transforma y percibe como violenta provocando rechazo e intolerancia.

“Probar todas las historias posibles” es el punto número 6 del decálogo. Tomás de Aquino dijo: “Teme al hombre de un solo libro”. Normalmente no nos gustan los cuestionamientos, se vuelven ofensivos, en desplantes feos y en una intolerancia a la crítica.

Hoy en día los medios de comunicación -en su mayoría- buscan un objetivo principal: Convencer y ponernos a pensar y hablar lo que ellos quieren que pensemos y hablemos.

Nos presentan una única historia y entonces las masas como ovejas obedientes vamos hablando solo de esa historia.  No les sirve que los seres humanos pensemos en más posibles historias, porque eso crearía un caos y un desorden mundial.

Antonio Machado dice que, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa. Entonces nos encontramos con medios de comunicación “vendidos” a los gobiernos de turno para mostrar al pueblo y al mundo lo único que a ellos les conviene y mientras nos distraen y agarramos entre nosotros, los gobiernos sutilmente hacen alianzas, ganan elecciones, venden a su país para luego hacer campañas que sobrecogen a cualquier persona con un mínimo sentido de la democracia.

La clave del éxito de la derecha es la de entender que ganándose medios pequeños puede obtener un número importante de votos en cada región. Por otro lado, después de la crisis del petróleo y el comienzo del fin de la era industrial, casi con las dos últimas décadas del siglo XX, los periódicos y medios tradicionales dejaron de ser eso, medios de comunicación que distribuían el bien de la información pública, para convertirse en empresas, que vendían servicios de comunicación y entretenimiento. Los medios fueron comprados o subastados al mejor postor o comprador.  Es muy claro que a los empresarios no les interesa la información. Malos negocios, gastos enormes, estrategias de CEO que miran cifras, pero no su producto -la información-.

Hay una esperanza.  A pesar de la poca crítica que hoy en día se tiene, hay quienes sí prefieren ser de los que piensan y no temen confrontarse al universo mediático. La audiencia se diluye, pero es crítica y busca, precisamente, nichos de información de calidad. En el ámbito de los nuevos medios, esos espacios informativos, que crean tejido y dinamismo, tienen la libertad, -alejada de la empresa de comunicación asociada a los grandes empresarios- de avanzar en investigaciones periodísticas y volver a su función inicial: ser fiscalizadores del poder. Esos medios, que pueden ser creados en una tarde y con un presupuesto mínimo sin proyecciones a largo plazo, son los que ahora producen las mejores noticias y los que molestan a quienes no quieren ser molestados.

Al realizar la información social como medio de comunicación, los medios alternativos no se prestarán al juego de intereses políticos de la derecha que siempre intentará tener la imagen de un gobierno progresista para desgastarlo, pero tampoco será un simple vocero gubernamental, sino un puente entre la población a quien se debe el medio y el gobierno.

Debemos volver a la información de alto contenido y calidad, empezar a tejer redes en un ecosistema mediático sostenible, democrático y plural. La comunicación es un factor clave no solamente para informar sino para articular a los movimientos sociales en cada región para unir agendas, crear estrategias y permitir repercusiones alternativas, inmediatas y de lucha ante un sistema que nos quiere tontos y entre menos información verídica tengamos, más nos transformamos en sus ovejas y marionetas.