Por Agustín Enrique Ortiz Montalvo
Licenciado en Relaciones Internacionales. Especialista de la Dirección de Relaciones Internacionales y Productor de Casa de las Américas.
El pasado mes de marzo se produjo un reencuentro entre dos culturas hermanas: la de Chile y Cuba. El día 7, en la Galería “Carmen Montilla”, ubicada en La Habana Vieja, se aperturó la exposición “Arte chileno en Casa”, con piezas de la Colección Arte de Nuestra América “Haydée Santamaría”, atesorada por la Casa de las Américas, a partir de las donaciones de numerosos artistas del país andino. El total de veintidós obras expuestas forma parte de la valiosa colección de la institución cubana que, como es conocido, también reúne piezas de arte popular chileno de marcado valor.
Tras un pedido de la representación diplomática de Chile en La Habana, el público cubano y extranjero disfrutó una vez más del arte de José Balmes (1927-2016). La pieza “Con Cuba” (1971), donde vemos un puño, dibujado a lápiz, en alto, como una señal de estar en pie de lucha, marca un camino de solidaridad y acompañamiento de un país en Revolución. Esta pieza abre la selección porque resume el espíritu de las relaciones entre los revolucionarios de ambos países.
La exposición también incluyó a figuras excelsas como Gracia Barrios (1927-2020), Juan Bernal (1938-2006), Roser Bru (1923-2021), Santos Chávez (1934-2011), Guillermo Deisler (1940-1995), Juan Downey (1940-1993), Ernesto Fontecilla (1938, Santiago de Chile), Eduardo Garreau (1942, Santiago de Chile), Patricia Israel (1939-2011), Alberto Pérez (1926-1999), Guillermo Núñez (1930-2024), Enrique Zañartu (1921-2000), Mario Toral (1934, Santiago de Chile) y Roberto Matta (1911-2002).
Este último, artista de fama mundial, mantuvo una relación de amistad estrecha con la Casa y, en particular, con su fundadora Haydée Santamaría. Como resultado de varios viajes de Matta a Cuba, se exhiben en Casa de las Américas, “Cuba es la capital”, mural que recibe a los visitantes que se acercan a esta institución y la pieza que engalana una de las paredes de la Sala “Che Guevara”, de la serie Para que la libertad no se nos convierta en estatua. En la exposición de la Galería “Carmen Montilla”, se mostró la litografía “El pueblo se traga al ejército”, de la serie Allende, pasaje de la vida a la muerte (1973), donde Matta nos regala su estilo siempre singular, polisémico y subversivo.
El catálogo también tuvo a bien incluir la arpillera inconclusa de Violeta Parra (1917-1967). Teniendo en cuenta que la original se exhibe de manera permanente en el Salón de Presidencia de Casa de las Américas, conservada como un tesoro de las tradiciones del pueblo chileno y un resumen bordado de sus luchas contra el colonialismo y por la emancipación, en la sala de La Habana Vieja se expuso una reproducción en papel cromado.
Asimismo, se mostraron dos serigrafías en cartulina de José Venturelli (1924-1988), donde apreciamos los músculos marcados de rostros llenos de consternación. Estos dos trabajos producidos en la década del setenta del siglo pasado dicen mucho de la mujer chilena, de esas que hacen la historia y la vida en nuestros pueblos de América. Sirvió esta ocasión para generar un catálogo que contiene una muestra del potente arte chileno, útil para todos aquellos interesados en este tema y, sobre todo, un marco donde celebrar los lazos culturales que han unido por décadas a Cuba y Chile.