Descentrados Chile

Impacto de las redes sociales en la construcción social de la mujer migrante en Chile

Fotografía: El País

Por:

Carolina Valdebenito Herrera
Profesor Asociado investigador
Instituto Investigación y Postgrado,
Programa de Magíster de Bioética Social,
Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud
Universidad Central, de Chile.
https://orcid.org/0009-0009-0033-8523
 
Carolina María Muñoz Vergara
Profesora Asistente
Departamento de Formación Transversal en Salud
Unidad de Salud Pública
Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud
Universidad Central, de Chile.
https://orcid.org/0000-0002-8638-9146

Querer salir de Casa, migraciones femeninas

La relación entre la Mujer y el hogar parece una relación directa y natural, toda vez que pensamos en el periodo de la caza recolección, cuando la mujer se queda al resguardo mientras el hombre va  a la caza, con el fin último de salvar y proteger la vida que llevaba o podría llevar en su vientre y siempre tomando en cuenta que en los pueblos cazadores recolectores, la mujer no tenía un rol inferior por quedarse al resguardo, si no que en muchos casos, dado que el hombre iba a la caza  y por tanto tenía riesgo de morir, el, ellos eran visitantes aceptados, en las estancias permanentes de las mujeres donde se creaba el hogar (Valdebenito C., 2006)

Sin embargo, estamos lejos de ello, la mujer en el siglo XXI no solo ha batallado con el resguardo que fue reconstruido con el asentamiento agrícola, si no que fue resignificado y en no pocos casos, fue mal apreciado el rol de la mujer en la casa.

En la actualidad, la mujer y la mujer latina, en particular, por referirnos al contexto que nos compete, ha luchado por hacerse escuchar, por hacerse conocer, por existir en el entramado masculinizante del homoerotismo, en una especie de demanda de la existencia, de salir de esa oscuridad del hogar a la cual fue mal entendida, entonces la mujer lucha, y no solo se confronta con lo masculino, sino que también  se debe confrontar con las mujeres que defienden a los hombres en su estado protector en una transposición de lo divino masculino  a lo paternal hecho hombre. Como manifiesta Rita Segato (2016) en la guerra contra las mujeres el mandato de masculinidad hegemónica trasciende la identidad de género, pudiendo encontrarse en múltiples actores/as en la sociedad frente a un otro feminizado.

Es en este contexto latinoamericano de la sacralización de lo masculino, es que se reflexiona sobre la migración femenina, y en particular la migración femenina latina. Luego de las dictaduras en América latina, la mujer toma un rol importante en el escenario económico y político presentándose como un símbolo y eje democratizante, en el cual se  espera demostrar las voluntades no sólo la integración de las minorías, entendiendo minorías como voces no escuchadas, sino también de querer demostrar que se le respeta, y en este ensayo y error, la mujer se muestra a sí misma como un actor redoutable (traducción libre del francés, temible), es decir, no es cualquier competidor en el escenario, si no por el contrario, es alguien que hace dudar  e inseguriza al otro masculino hegemónico.

Reflexiones sobre la imagen de la mujer migrante en Chile

De acuerdo con la literatura revisada, lo que se llama aquí salidas, es conceptualizado como migraciones, y el inicio del proceso migratorio comienza en el país de origen con la planificación de la partida, lo que involucra una inversión económica y de tiempo que no está exenta de altos niveles de estrés y ansiedad para la mujer como para su entorno.  Posteriormente, el proceso de abandono del país de origen, la lejanía y ruptura con la familia, provocan sentimientos de culpa, tristeza, soledad y remordimiento (Achotegui, 2019), lo cual va de la mano con la culturización latina, la culpabilidad frente al placer, esto es, cuando la mujer latina se encuentra en un escenario más desarrollado política y económicamente que le brinda seguridad y protección en tanto mujer y no en tanto madre de, o esposa de, llega la culpa por no seguir sufriendo como sus coterráneas.

A través de los mass media la construcción social de la mujer latina, se expresa y explota mediante un fenotipo particular mostrando las imágenes voluptuosas y sensuales de la mujer latina, de orígenes afro-indígenas y europeos, lo que ha producido una bomba sexual, representada a nivel mundial por iconos de la belleza en el teatro, cine y modelaje.

Curiosamente, la mujer latina intelectual no va de la mano de este estereotipo, Frida Kahlo, Gabriela Mistral, por nombrar algunas, son mujeres que rompen los estereotipos de la belleza voluptuosa que García Márquez evoca en Macondo. ¿Quiere decir entonces que la belleza física no puede ir acompañada de la belleza intelectual?

Los mass medias amplifican las imágenes que se construyen y ciertamente que una imagen puede significar más y más rápidamente, que muchas palabras. Es así como llega a Chile la mujer latina migrante, en un país donde la belleza femenina está asociada al eurocentrismo desarrollado y cultivado en las clases sociales más acomodadas en nuestro país. La belleza y elegancia en Chile van de la mano con el estereotipo caucásico y europeo.

Sin embargo, la llegada de la mujer migrante latina en Chile hace que tales construcciones sociales de la belleza se vean cuestionadas. Ello sin embargo va cargado de diferentes estereotipos y cargas culturales, la mujer latina centroamericana, tendrá una carga histórica apoyada por los medios de comunicación masiva asociados a la mujer sensual, la mujer voluptuosa, la mujer de carácter fuerte, y ese carácter fuerte que va a nutrir la posición de la mujer chilena y al mismo tiempo esas mujeres se nutrirán de las mujeres chilenas co-construyendo socialmente a la mujer latinoamericana.

Las mujeres migrantes muchas veces por este estereotipo exacerbado en los medios en donde el cuerpo está por sobre su esencia, intelectualidad y sentir, expone a las mujeres migrantes a una serie de discriminaciones y malos tratos, que además, muchas veces por venir y tener el estatus de migrante la dejan con menos herramientas psicológicas, sociales y económicas para lograr posicionarse en un trabajo, tener autonomía económica e incluso orillando que en algunos casos sobre todo en mujeres de menos recursos puedan dedicarse a ciertas actividades que cumplen con estos estereotipos machistas y xenófobos, pudiendo estar en áreas dedicadas a la belleza, estética y ventas, invisibilizando las múltiples capacidades y realidades existentes.

La maternidad para la mujer migrante en muchos casos es vista como una responsabilidad, no como un problema, existe sororidad, una crianza más comunitaria, buscan redes en compatriotas, existen redes de apoyo entre las mujeres y se cuidan valores que también se comienzan a observar y absorber en la sociedad de acogida

El sufrimiento del desarraigo también la acompaña, pero le echa pa’ lante, y esa fuerza es la que en el Chile actual se siente y se transmite.

Referencias:

Achotegui, J. (2019). Migrants living in very hard situations: extreme migratory mourning (The Ulysses Syndrome). Psychoanalytic Dialogues, 29(3), 252–268. https://doi.org/10.1080/10481885.2019.1614826

Segato, R. L. (2016). La guerra contra las mujeres. Traficantes de sueños.

Valdebenito, C., Rodríguez, M., Hidalgo, A., Cárdenas, U. & Lolas, F. (2006). Salud intercultural: Impacto en la identidad social de mujeres aimaras. Acta Bioethica, 12(2), 185-191.

Voss U & Tuin I (2008). Integration of immigrants into a new culture is related to poor sleep quality. Health Qual Life Outcomes Aug 10;6:61-7525-6-61.