Descentrados Chile

La importancia de la conciencia de clase en el movimiento feminista

Fotografía: Sangiao Phorography

Por Yavanna Vasquez Samburgo
Estudiante de Bachillerato en Humanidades y Psicología, Universidad Alberto Hurtado

El movimiento feminista ha recorrido generaciones con el de fin luchar a favor de la paridad de género en la sociedad, sin embargo, el feminismo se puede vivir de distintas formas, ya sea mediante organizaciones institucionalizadas, coordinadoras, colectivas, grupos familiares e incluso individualidades.

Estas divisiones se pueden entender gracias a las diferencias ideológicas que presenta cada organización, lo cual es de suma importancia para también generar una identidad y postura propia en la sociedad, sin embargo, la conciencia de clase juega un rol fundamental en el movimiento feminista, ya que posee una mirada más profunda ante la lucha que se está ejerciendo.

Las condiciones sociales entre la clase burguesa (más entendida como clase alta) y la clase proletaria (más entendida como clase baja) son completamente diferentes, considerando básicamente que los medios de crianza y desarrollo de cada individuo han sido subjetivas y posiblemente unas más convenientes que otras. Es por esto que, abordar una condición social uniforme para todas las feministas resulta complejo, ya que las diferencias entre clases sociales son abismantes.

Esta brecha social es solo el punto general de la lucha de clases presente en el movimiento feminista, pues, existen muchos otros aspectos que han influido histórica y actualmente en problemáticas feministas, como, por ejemplo; según Erika Maza (1995) en las primeras votaciones municipales donde las mujeres podían sufragar, la mayoría de los votos fueron a favor de la clase burguesa. Esto se logró explicar luego de las votaciones presidenciales del año 1952, donde se pudo demostrar que de un 27,2% de mujeres votantes, solo el 9% eran mujeres alfabetas, “por ende, electoras potenciales”.

Otro ejemplo de brecha social dentro del feminismo es el aborto, pues, si bien ya se promulgó la ley 21.030 (la cual “regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales específicas”), el aborto aún se sigue practicando ante cualquier situación a pesar de ser inseguro e ilegal en el país. No obstante, quienes están más propensas a recurrir a este tipo de servicios son las mujeres de bajos recursos, con ello se ven más expuestas a arriesgar su vida y su salud, a diferencia de las mujeres de clase alta, quienes tienen condiciones económicas más favorecedoras para poder pagar un servicio de mejor calidad.

Es por lo mencionado anteriormente que resulta importante poseer conciencia de clase dentro del movimiento feminista para así poder comprender nuestra posición en la sociedad y cómo la afrontaremos, pues, antes de ser mujeres somos personas de clase proletaria o burguesa, es decir, pertenecemos a un determinado contexto social donde cada una se ve propensa a distintos tipos de violencia; por un lado, la mujer proletaria se ve expuesta a ser explotada, mientras que la mujer burguesa se ve expuesta a replicar acciones de su contexto social y explotar.

La lucha contra el patriarcado se presenta día a día, al igual que la lucha de clase, la cual no mira géneros ni edades, simplemente arrasa en la vida de las personas.

Tener conciencia de clase nos ayudará a que en el feminismo cada uno/a logre identificarse con determinadas corrientes feministas. Asimismo, lograr la visibilización que el movimiento merece para conseguir una igualdad de género pulcra y justa, y al mismo tiempo una igualdad social que resultaría necesaria para la población.