Descentrados Chile

Entre lo que se escribe, lo que se ve y no se hace.

Fotografía: Bruja Lilith

Por David Órdenes

Educador Popular. Director de la Corporación La Caleta y Facilitador del Movimiento MOVILIZÁNDONOS por una Cultura de Derechos de niños, niñas y Adolescentes en Chile.

 

Anuar Quesille, Defensor de la Niñez, en la presentación del diagnóstico de la situación de los derechos de la Niñez y Adolescencia 2025 plantea: “Esta publicación da cuenta de lo relevante que es dejar de evadir la necesaria inversión de esfuerzos…en acompañamientos oportunos y a largo plazo, superando la inercia de enfocarnos solamente en responder a las crisis y de respuestas de corto plazo y punitivas a los problemas que afecta a la niñez y adolescencia”. 

Los medios de comunicación cada cierto tiempo y especialmente en periodos eleccionarios (las presidenciales de este 2025), por supuesto que traen nuevamente “el control social y la punitividad a las niñeces y adolescencias”. 

¿A qué se debe especialmente que ciertos sectores políticos y en su mayoría dueños de los medios de comunicación, que no sólo evaden los esfuerzos, acompañamientos oportunos y a largo plazo a niños y niñas, les convoca a volver a querer rebajar la edad de imputabilidad a los 12 años? 

Se evaden los esfuerzos, aunque los hay, pero estos son de bajos acompañamientos, de corto plazo y en condiciones de precariedad no solamente en los proyectos, sino en la realidad de los trabajadores y trabajadoras que están en el ámbito social, aprovechando que nos acercamos al 1° De mayo. 

Un ejemplo: El programa Abriendo Caminos, es ejecutado en gran porcentaje por organizaciones de la SOCIEDAD CIVIL. Las organizaciones de la Sociedad Civil en este programa trabajan con niños, niñas y adolescentes y cuidadoras con su la realidad familiar, de tener una persona privada de libertad. Este programa del Ministerio de Desarrollo Social, que está alojado en la Subsecretaría de la Niñez, evade los esfuerzos de hacer acompañamientos oportunos especialmente a mediano y largo plazo. Dura un año y aunque está replanteado la continuidad de algunas familias a los años siguientes, permanece en la incertidumbre de cómo será. 

Si analizamos las inversiones en niñeces y adolescencias mayoritariamente nos encontramos con Mejor Niñez con su diversidad de programas, SENDA con los dispositivos de drogas en sus versiones, prevención del delito con el programa Lazos y otros. La gran mayoría en atención a vulneraciones, que no es menos importante, pero que en la práctica reducen la realidad de las niñeces a los problemas o crisis y no a que ejerzan sus derechos a jugar, a tener espacios en sus comunidades. 

A 10 años de su implementación, el Ministerio de las Culturas, las Artes y tiene una política pública a través de los CECREA, que da cuenta que es posible proyectar derechos, sin necesidad de “estigmatizar a las niñeces y adolescencias” y que tengan acceso a sus derechos en plenitud como es el arte, la música, el baile, sin necesidad de que estén pensando en prevenir el riesgo de y/o anticipar a la delincuencia o las drogas.

Tampoco los medios de comunicación dan cuenta de la diversidad de experiencias existentes en las comunidades, en los aportes que jóvenes realizan en sus batucadas, en sus muralistas, en las colonias urbanas, en los centros culturales y deportivos que contribuyen desde la “precariedad económica y la autogestión”, el poder desarrollar y anticipar derechos que la Convención Internacional de Derechos de las niñeces, que firmó el Estado de Chile y ha plasmado la garantía de derechos en la Ley y el Plan de Acción 2024 – 2032. 

¿Algún medio difunde que el Estado es garante de derechos y de todos los Derechos? ¿Las comunidades, los adultos y adultas: ¿Estamos informados de que somos co-garantes de que los niños, niñas y adolescentes, desde que nacen y en sus contextos deben tener “el goce pleno de los derechos y el Estado debe velar con el máximo de los recursos disponibles” (Ley 21.430)?

Es más, la Ley de Garantía, según la Subsecretaria en el encuentro de los 10 años de CECREA, plantea que ya en casi 300 municipios existen los Consejos Consultivos de niñeces y adolescencias. Estos Consejos consultivos son parte de las Oficinas Locales de Niñez (OLN) que tienen el deber de generar la PROMOCIÓN, LA PREVENCIÓN Y LA ATENCIÓN A LAS VULNERACIONES que las niñeces tienen en sus comunas.  ¿Estos dispositivos de participación de las niñeces y adolescencias, cuentan con todos los medios, los espacios y recursos para ejercer el derecho a la participación como es su derecho? 

Entre tanta farándula, sería importante que los medios de comunicación, especialmente la televisión, diera cuenta de estas propuestas “escritas” para que la comunidad y las familias conozcan estos dispositivos, de manera de demandar, participar y proponer como se quiere vivir en las comunidades. Asimismo, los Municipios sean Garantes de derechos como la Ley de Garantía lo demanda y para ello cuenta con recursos de las oficinas locales y así los niños, niñas y adolescentes de sus comunas tengan en sus bases el ejercicio de sus derechos de participación, de recreación y de espacios más allá de sus escuelas, donde socializar con otros y otras e intergeneracionalmente, es fundamental para aprender la convivencia armoniosa. 

La Convención Internacional de los derechos de los niños y niñas y la Ley de Garantía (21.430), dan cuenta en diversas citas del rol que les compete a los medios de comunicación. Algunos párrafos básicos que nos sirvan para demandar y exigir que los medios sean garantes de derechos de Niños, Niñas y Adolescentes:

  • La Convención Internacional de los Derechos del Niño en su artículo 17 dice: “Los Estados parte (que firmaron la Convención y es el caso de Chile en 1990), alentarán a los medios de comunicación a difundir información y materiales de interés social y cultural para el niño” … Promoverán la elaboración de directrices apropiadas para proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su bienestar”. 

La ley de Garantía en su artículo 18 plantea: “Los órganos del Estado, en el ámbito de sus competencias, promoverán que las opiniones de los niños, niñas y adolescentes sean escuchadas en todos los temas que les afecten… derecho a ser oídos, de reunión y asociación, libertad de expresión e información”. (Ley 21.430, art. 18).

Y en su artículo 20: “A efecto de garantizar el mejor conocimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y favorecer el ejercicio responsable de estos derechos, los órganos de la administración del Estado son responsables en el ámbito de sus competencias, de su difusión permanente a toda la población y, especialmente, a los propios niños, niñas y adolescentes, a los medios de comunicación y a las personas que trabajan profesionalmente en la promoción de sus derechos y en su atención”. (Ley 21.430, art. 20).

Como vemos, material de respaldo de lo que deben hacer los órganos de administración del Estado y en sus gobiernos está claro y, además, va más allá de lo punitivo y del control social, respecto a las niñeces y adolescencias y, por supuesto, del rol que les compete a los medios de comunicación, que sí tienen “el deber” de ir más allá de la farándula y del consumismo. Así, el aterrizar especialmente a los sectores populares con cultura, deporte más allá de la escuela y en coordinación con los dirigentes sociales y las familias, permitirá promover derechos y no solamente enjuiciar, cuando las condiciones para vivir bien no están.