Descentrados Chile

Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes

Fotografía: Canva Pro "ArmyAmber y Stivog""

Por Carolina Saldivia Salazar
Psicóloga y feminista.

Durante el último periodo de tiempo hemos visto cómo algunos conceptos relevantes como seguridad, delincuencia, victimización han ido posicionándose en los medios de comunicación y ocupando un espacio en la agenda política.

Como ciudadanos y ciudadanas tenemos el derecho a querer sentir seguridad en nuestros barrios y en nuestras actividades diarias. Sin embargo, ese legítimo anhelo no puede volverse solo un slogan de tal o cual sector político y debemos profundizar en aquellos aspectos que quizás por sus características no son tan mediáticos, pero permean fuertemente en la sociedad y en aquellos y aquellas de mayor vulnerabilidad.

Existen desde esa arista, delitos que cada año van en aumento y ante los cuales durante mucho tiempo simplemente miramos hacia otro lado, quizá por lo crudo de su realidad, quizá porque preferimos como mecanismo de defensa pensar que son más excepcionales y puntuales de lo que en realidad lo son.

Uno de estos fenómenos es la ESCNNA, la Explotación sexual comercial de niños niñas y adolescentes, un tipo de vulneración grave de derechos presente hace muchos años, pero que solo en diciembre del año 2022, mediante la promulgación de la ley 21.522, la ESCNAA se tipifica como delito, dejando atrás el erróneo concepto de “prostitución infantil”.

Es decir, si lo analizamos en términos estrictos de seguridad, y prevención, persecución y castigo de un delito así de grave, no cumplimos todavía ni siquiera dos años pudiendo juzgarlo como delito, al menos en toda la dimensión y características específicas que contemplan como fenómeno particular y que la diferencian del abuso sexual, que era la figura legal mediante la cual anteriormente se podía escasamente perseguir y que claramente era una herramienta que resultaba insuficiente.

Mucho se habla poder poner “mano dura” frente a ciertos tipos de delito, y a veces se tiende a pedir recetas mágicas frente a la delincuencia como fenómeno, pero hacernos cargo de una realidad como la ESCNNA no vende, no es mediática y no se soluciona solo con penas de cárcel más altas, implica prevención, implica reparación y la intervención de contextos sumamente vulnerables.

Dentro de todo este panorama Magallanes ha, tristemente, encabezado índices alarmantes a nivel nacional que hablan de un aumento de las denuncias de este delito, además del preocupante hecho de que la edad de sus víctimas va a la baja, es por ello y que en el marco de que cada 18 de mayo se conmemora el día nacional contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes.  Hemos podido ver a nivel regional que después de años de trabajo por fin la temática está llegando a esferas públicas, vemos a diversas autoridades locales hablando de ESCNNA y a diversos organismos públicos siendo capacitados en la temática, contando así con una mayor concientización a nivel comunitario.

En ese sentido es destacable el rol que desarrolla la ONG Raíces en la temática tanto a nivel nacional como regional, llevando adelante procesos reparatorios y de restitución de derechos con víctimas de este delito.

Ahora cabe preguntarse si ante las crecientes cifras, no es necesario acaso también revisar y cuestionar qué acciones o que omisiones han llevado a que dicho fenómeno aumente, por supuesto que es destacable una mayor visibilización y denuncia, pero también hay que apuntar a la prevención y revisar en qué aspectos de la prevención es donde estamos fallando.

En ese sentido las dificultades para contar con una ley de educación sexual integral por supuesto que deja la población infantoadolescente en una posición mucho más vulnerable frente a este tipo de delitos, pero también existen decisiones locales como la relevancia que se da a los programas de prevención de consumo de alcohol y drogas, los presupuestos y atribuciones que se le dan a entidades como la OLN,  la psicoeducación que hacemos tanto niños, niñas y adolescentes sobre el adecuado uso de redes sociales y medios tecnológicos para proteger que puedan ser víctimas de estos delitos,  aun es poca.

En ese sentido y desde la arista de la seguridad, si frente a otros delitos vemos como surgen marchas, diversos proyectos de ley con nombres mediáticos y discursos políticos instando a poder cabe preguntarnos porqué la ESCNNA aún no ocupa titulares y se observa dentro del debate que como sociedad se da en torno a delitos, seguridad y la respectiva agenda legislativa.

Ha de esperarse que un próximo 18 de mayo cuando nuevamente se conmemora el día nacional contra la ESCNAA, podamos contar con cifras más esperanzadoras y un mayor compromiso con erradicar aquellos delitos que afectan de tal manera a la infancia y si bien ya contar con una tipificación en cuanto a delito especifico era imprescindible, también es necesario abordar de forma integral y a nivel local aquellos aspectos que colocan a la niñez y adolescencia en esa condición de vulnerabilidad.