Descentrados Chile

La bancada del FA le da la oportunidad al parlamento de torcer el relato y recuperar la dignidad de Uruguay

Fotografía: Pinterest

Por Francisco Rivas

Vive en La Paloma, Rocha, Uruguay. Trabajó en radios y agencias de publicidad de Uruguay y Argentina. Realizó campañas políticas y publicitarias en Montevideo y Buenos Aires. Estudió Publicidad, Periodismo, Ciencias Políticas, Análisis Crítico del Discurso entre otras. Actualmente desde el tranquilo balneario en la costa atlántica se dedica a la Comunicación desde varias de sus aristas. Militante de izquierda no se identifica con ningún partido.

 

Desde la omnipresente y todopoderosa televisión de fines de los ochentas y noventas, aquellos aparatos que ocupaban el lugar preferencial del hogar, que nos acunaron con MTV y su cine sobre guerra fría, alimentándonos a pura ideología y adoctrinamiento que descubrimos cuando ya era demasiado tarde; hasta ahora, que seguimos chupando de la teta de la ideología occidental y capitalista en las para nada inofensivas redes sociales, nos han inoculado la misma idea: occidente es el bien, oriente es el mal. Para resumirlo de manera burda. Occidente es “el mundo libre”, oriente es dictadura, desorden, maldad, violencia, derechos coartados. Aunque si sos afrodescendiente en USA la policía te mata impunemente, aunque en la Argentina de Milei apalean jubilados, aunque hayan asesinado a un presidente democrático y con aceptación de las mayorías como Allende; aunque si no tenés dinero no tenés derecho a salud, aunque la gente se enferma trabajando 14 horas para mal vivir, somos parte del “mundo libre”.

Y ese “mundo libre”, ese occidente hermoso y de oportunidades, lo compone también Israel, que se presenta como parte de esa narrativa del bien mientras comete un genocidio en Gaza.

El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó un ataque contra Israel, irrumpiendo en comunidades israelíes cercanas a Gaza. Durante el ataque, militantes de Hamás mataron a más de 1,200 israelíes, en su mayoría civiles, y secuestraron a aproximadamente 250 personas, llevándolas a Gaza. Este evento marcó el inicio de una serie de ataques israelíes en Gaza. Hasta el día de hoy, 30 de mayo de 2025 Israel asesinó a 54,381 palestinos, 31% de ellos, 16,858, son niños y menores de 18 años. Israel reporta 1,200 muertos.

1200 contra 54,318. Pero hay quienes, tomando de la teta del discurso mediático hegemónico, hablan de “derecho a defenderse de Israel”. Yo prefiero hablar de genocidio. Haciendo cuentas, 55 palestinos son asesinados por hora, por el Mossad, el ejército de Israel. Son 55 por hora desde el 7 de octubre de 2023.

Desde ese entonces la prensa hegemónica ha hecho todo tipo de malabares para esconder la realidad: un genocidio filmado en vivo y visto en tiempo real.

Lo han llamado: conflicto, guerra, intervención, tensión, operación militar, desastre humanitario, crisis humanitaria, respuesta defensiva, escalada de violencia, operación de defensa, choque armado, despliegue militar, confrontación; y un sinfín de eufemismos que se me pierden.

Desde la creación del Estado de Israel en 1948, la población palestina ha sido invadida, saqueada y colonizada de manera sistemática. Durante la Nakba, más de 530 pueblos fueron destruidos y más de 750,000 palestinos fueron desplazados. En total, se estima que los palestinos han perdido alrededor de 20,500 km², lo que representa el 78% de su territorio histórico. Desde 1967, Israel ocupa la Franja de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén Este, áreas que constituyen el 23% del territorio original palestino. Además, desde 1998, Israel ha confiscado más de 50 km² de tierras palestinas en Cisjordania para expandir asentamientos.

Desde octubre de 2023 en Gaza la devastación es total: según la ONU, el 69% de las estructuras han sido dañadas o destruidas, incluidas más de 245,000 viviendas. Más de 50 millones de toneladas de escombros cubren la región, lo que podría tomar hasta 21 años limpiar. La agricultura también ha quedado arrasada, con más del 75% de los terrenos agrícolas destruidos. La infraestructura crítica, como hospitales, escuelas y los sistemas de agua y saneamiento, ha quedado en ruinas, y más de 600,000 personas han sido desplazadas, sumando a la catástrofe humanitaria.

En Israel nada ha pasado. Pero lo llaman “guerra”.

Ahora, 54.000 palestinos asesinados después, la bancada de senadores del Frente Amplio (FA) pide que Uruguay se posicione ante el genocidio.

La bancada del FA está buscando que se apruebe una declaración en la que se exija la apertura inmediata de la ayuda humanitaria a Gaza, el cese de los bombardeos indiscriminados y el establecimiento de negociaciones de paz. El proyecto subraya que más de 54,000 personas han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí, incluyendo miles de niños, y denuncia el grave riesgo de hambruna que enfrenta la población palestina.

Además, critica el bloqueo de la ayuda humanitaria por parte de Israel y resalta las violaciones al derecho internacional, respaldando la declaración con los informes de la ONU y la Corte Internacional de Justicia. Aunque algunos sectores de la oposición, como el Partido Nacional, tienen dificultades para unirse al pronunciamiento, el FA insiste en que el Senado se pronuncie de manera clara y contundente.

Tarde y muy tibiamente, legisladores progresistas plantean la oportunidad de torcer el relato y posicionarse de manera firme frente al genocidio en Gaza. Este momento representa una oportunidad para que la izquierda reafirme su compromiso con los Derechos Humanos y el país recupere dignidad en el ámbito internacional. El lobby sionista es inmenso y como una metástasis ha tomado todos los rincones de todas las sociedades occidentales, medios de comunicación y parlamentos incluidos. Y al grito de “antisemita” han callado todas las voces que se levantaron contra el genocidio.

En un contexto en que una teocracia con el ejército más poderoso del mundo, tienen en las manos el futuro de cientos de miles, justificándose en “escrituras”, esperamos que Alá, Dios, Jesús, Jehová, Buda, Krishna, Thor, Zeus, Tlaloc, Inti, o como quieras llamarlo, iluminen a nuestros legisladores y a los de todo el mundo.