Por Mirliana Ramírez-Pereira
Magíster en Psicología Comunitaria. Doctora en Enfermería. Académica del Departamento de Enfermería, Senadora Universitaria en la Universidad de Chile, dedicada a temas de Cuidado, Políticas Públicas y Sustentabilidad.

En el contexto del genocidio de Israel contra el pueblo Palestino, uno de los aspectos más dolorosos es la crisis humanitaria y sanitaria que afecta a millones de personas en los territorios palestinos, especialmente en Gaza y Cisjordania. La lucha por la supervivencia, el acceso limitado a servicios básicos y el sufrimiento de las familias atrapadas en el conflicto son una clara muestra de un escenario donde las violaciones a los Derechos Humanos son sistemáticas, afectando a personas más vulnerables, como mujeres, niños y niñas y personas mayores.
El impacto del conflicto entre Israel y Palestina en la población civil ha sido devastador. Datos recientes reflejan el alto costo humano de la guerra. Según informes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el inicio del conflicto, en octubre de 2023, más de 41,000 palestinos han perdido la vida. Se estima que aproximadamente el 30% de las víctimas mortales son menores de 18 años y cerca del 20% son mujeres. Por otro lado, las cifras de heridos son dramáticas, con más de 100,000 palestinos en esas condiciones, presentando amputaciones y lesiones permanentes debido a los ataques aéreos y bombardeos. Los niños y las mujeres han sido particularmente vulnerables, por las precarias condiciones sanitarias, la falta de acceso a atención de salud adecuada y los traumas psicológicos causados por la guerra.
Según Mohamed (2024) los trabajadores de la salud, instalaciones y transporte de pacientes han estado expuestos a constantes ataques, en contraposición a todos los acuerdos internacionales. Esto ha generado un colapso en el sistema sanitario. Entre los datos más alarmantes se encuentran 443 ataques a instalaciones de salud, la muerte de 480 trabajadores de salud, y la detención de otros 160. Solo 12 de los 36 hospitales en Gaza están parcialmente operativos debido a cortes de energía, falta de combustible o ataques aéreos.
La falta de acceso a servicios de salud ha generado una catástrofe humanitaria. Se destaca el cierre del único hospital oncológico en Gaza, que ha puesto en riesgo a 2,000 pacientes con cáncer. Además, la crisis afecta directamente a las mujeres embarazadas, las cuales no cuentan con suministros mínimos para una atención digna. La situación en Rafah es crítica, con una población desplazada que ha aumentado en un 500% en menos de cuatro meses, lo que ha generado una sobrecarga en los servicios y una propagación de enfermedades infecciosas como la diarrea, Hepatitis A o desnutrición infantil.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (2023) la situación en Gaza es crítica. La falta de medicamentos, equipos médicos y electricidad ha significado que los hospitales se encuentren en una emergencia constante. De acuerdo con el reporte, el personal de salud está agotado, emocional y físicamente, enfrentándose en la atención directa a la decisión ética de en quién enfocar los esfuerzos sanitarios y a quién dejar morir. En Cisjordania los puestos de control y las barreras impuestas por Israel impiden que los palestinos accedan a los hospitales, lo que convierte cualquier emergencia médica en una carrera contra el tiempo.
En este contexto desgarrador, el Estado de Chile tiene un profundo compromiso histórico con la defensa de los Derechos Humanos. Tras concluir la dictadura cívico-militar, se fortaleció el compromiso con los Derechos Humanos, convirtiéndose en un eje de su política exterior, en consecuencia, con esto, Chile reconoció oficialmente al Estado de Palestina en el año 2011, lo que consolidó la postura de nuestro país como defensor del pueblo palestino en su lucha por la autodeterminación.
Sin embargo, esta postura a favor de los Derechos Humanos se ha visto ensombrecida por las contradicciones en acciones concretas de política exterior que deben ir más allá de las palabras e ideas. Chile ha condenado enérgicamente las acciones militares en Gaza y Cisjordania, sin embargo, sigue manteniendo relaciones comerciales y diplomáticas con Israel. Esta relación se ha traducido en acuerdos comerciales y cooperación en áreas clave, como la tecnología agrícola y la defensa, lo que inevitablemente genera un dilema ético: ¿Cómo Chile condena las violaciones de Derechos Humanos, pero al mismo tiempo, mantiene relaciones comerciales con un país responsable de esas mismas violaciones?
A pesar de las voces críticas de la comunidad palestina en Chile, la ciudadanía, comunidades universitarias e intelectuales, quienes han pedido que se adopten medidas más firmes, como la suspensión de acuerdos comerciales con Israel, no ha habido respuesta del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, quien ha mantenido un complejo equilibrio entre el discurso moral y la realpolitik, es decir, una política pragmática, orientada a obtener resultados concretos, basados en un análisis del poder e intereses, más que en valores o principios morales.
Uno de los aspectos clave de las relaciones entre Israel y Chile tiene relación con la cooperación militar y de defensa, con la cual nuestro país ha adquirido tecnología de seguridad y defensa de ese país, lo que añade mayor complejidad moral a esta relación.
La respuesta podría estar en la tensión entre los intereses nacionales y los principios éticos. Chile enfrenta el dilema de priorizar sus intereses estratégicos, como la cooperación tecnológica con Israel, sobre su compromiso con los Derechos Humanos. Esta ambivalencia ha generado un descontento y decepción en la comunidad palestina en Chile, y en todos aquellos que creemos que los derechos humanos no deben ser negociables.
La presión de la comunidad palestina en Chile: una lucha por la coherencia moral
La comunidad palestina en Chile, la más extensa fuera del mundo árabe, ha sido una voz constante en la defensa del pueblo palestino y ha ejercido una presión significativa sobre el gobierno chileno para que adopte medidas más firmes hacia Israel. Las manifestaciones y declaraciones públicas a menudo exigen que el gobierno chileno no solo condene las acciones de Israel, sino que también actúe con coherencia, rompiendo relaciones o al menos imponiendo sanciones.
Sin embargo, la política exterior chilena ha optado por mantener un equilibrio que, para muchos, parece insostenible. Mientras que Chile ha votado a favor de resoluciones en la ONU que condenan las violaciones de Derechos Humanos en Palestina, sigue colaborando con Israel en áreas de interés mutuo. Esta ambigüedad ha puesto a prueba la coherencia moral de Chile en el ámbito internacional, y se cuestiona, desde diversos sectores, si nuestro país realmente defiende los Derechos Humanos, por sobre cualquier otro tipo de interés.
El pueblo palestino que sufre con el genocidio no puede ser postergado por intereses económicos o pragmáticos. Los Derechos Humanos no son negociables ni se deben relativizar. En ese sentido, Chile tiene la oportunidad de demostrar con hechos su compromiso con la justicia y la dignidad humana, por encima de cualquier consideración estratégica. El Gobierno de Chile tiene la responsabilidad moral de estar a la altura de sus propios principios.
Referencias:
- Comité Internacional de la Cruz Roja. (2023). Gaza’s health system in crisis: The struggle to survive. Recuperado de https://www.icrc.org/en/document/gaza-health-system
- Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. (2023). Declaraciones sobre Palestina. Recuperado de https://minrel.gob.cl
- Mohammed, F., Elgailani, U. S. A., Ali, S. Y. I., Mohamed, R. F. A., Yin, E. T. S., & Bravo-Vasquez, M. L. (2024). Defending the right to health in Gaza: A call to action by health workers. Conflict and Health, 18(57). https://doi.org/10.1186/s13031-024-00613-5
- Organización Mundial de la Salud. (2023). Health conditions in the occupied Palestinian territory. Recuperado de https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/health-conditions-in-the-occupied-palestinian-territory-including-east-jerusalem
- The Lancet. (2023). Health care under siege in Gaza. Recuperado de https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(24)01170-X/fulltext
- (2023). Children in Palestine: Impact of the Gaza conflict on children. Recuperado de https://www.unicef.org/sop/reports/children-palestine
- Organización Mundial de la Salud. (2023). Health conditions in the occupied Palestinian territory. Recuperado de https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/health-conditions-in-the-occupied-palestinian-territory-including-east-jerusalem