Por Astrid Fariña Vásquez
Periodista
El pleno de la Convención Constitucional rechazó el pasado 5 de abril, el artículo 3 del informe de reemplazo de Sistemas de Conocimientos, que apuntaba a garantizar la libertad en el ejercicio de la investigación académica, consiguiendo sólo 49 votos a favor, pero ¿Cómo le afecta esto a la ciencia?
En entrevista con Cristina Dorador, señaló que “es importante decir que nosotros estamos promoviendo que las ciencia y en el contexto de los sistemas de conocimientos qué están reconocidos en la Constitución, implica que existan deberes del Estado para con estos ámbitos, y el derecho a la ciencia está dentro de la declaración universal de los Derechos Humanos y lo que sí se aprobó es el primer inciso del artículo uno, donde se reconoce que el Estado tiene que promover la investigación en los sistemas de conocimiento y esto es muy importante por varias razones: es la primera vez que una constitución chilena establece la importancia de la ciencia y también a nivel mundial es la primera vez que se habla de sistemas de conocimiento, ampliando la ciencia como una disciplina importante y también incluyendo otros saberes, como las ciencias sociales, humanidades y también saberes ancestrales, locales y territoriales”.
Respecto a la libertad de investigación, se rechazó por un tema de interpretación y redacción de la norma, por lo tanto se está trabajando en una redacción mucho más sucinta, para que la libertad de investigación sea reconocida para salvaguardarla ya que es auto-explicativa, por lo tanto se espera que la nueva redacción pueda ser aprobada.
No obstante, en esa ocasión, también se rechazó el artículo 11° que garantizaba el Derecho al Acceso Abierto a la Información Pública y el 13° que obligaba al Estado a modernizarse e “interactuar de manera eficaz con las personas”, pero ¿qué será lo que no se quiere transparentar?
Para Dorador, el tema de la modernización del Estado también fue una sorpresa que se rechazara, sin embargo, fue aprobado en otra comisión un artículo similar “lo que ocurre es que a veces están discutiendo los mismos artículos en distintas comisiones y algunos tienden a tener temas similares y algunas comisiones prefieren que se aprueben en su comisión que en otra, entonces hay un cierto ánimo de competencia en algunos temas constitucionales”. Respecto al acceso se volvió a incorporar en esta propuesta de reemplazo, donde se propone que una de las misiones del Estado es garantizar el acceso abierto a los conocimientos.
Mientras algunos criticaron el carácter plurinacional de la norma, otros acusaron que tenía problemas de redacción. Uno de los cuestionamientos más comunes sobre este informe fue sobre si su contenido debiese ser abordado por la Constitución o solo por la ley, pero para Cristina, el tema de maximalismo o minimalismo se viene escuchando desde hace algún tiempo en el proceso constituyente, porque son visiones sobre el fondo legal. Algunos dicen que deben ser temas muy generales y que el resto quede a la ley, otros dicen que hay temas importantes y hay que darles más detalles, entonces si pensamos en la constitución del 80’ hay que entender cómo se han ido escribiendo las normas, no es que exista una receta previa, sino que también es parte del trabajo que cada comisión ha realizado. Al respecto, sostiene que “esto tiene que ser auto-explicativo” así que hay un trabajo que puede ser vinculado a redacción, pero también hay un tema político, entonces que sea maximalista o minimalista apunta a una visión política, de cómo se construye una constitución y eso en realidad no tiene una receta. “Nosotros hemos trabajado fuerte para que no exista redundancia, para hacerlo lo más claro posible, porque ese es el ánimo, porque los artículos o las normas deben tener vocación de escribirse de tal forma de que nosotros sepamos que esto tendrá la aprobación del pleno y porque para eso estamos trabajando”.
Entre los que se volverán a revisar en la comisión, destacan el derecho a la seguridad informática y la protección contra los usos indebidos de la ciencia y la tecnología y el reconocimiento de la propiedad intelectual indígena en un sentido colectivo. Al respecto, Dorador comenta que “tenemos posturas políticas distintas, no existe una sola idea de cómo es el país que nosotros queremos, sino que hay múltiples ideas, pero tenemos que generar consenso y en ese sentido conversamos con los otros sectores, nos ponemos de acuerdo, cedemos, damos y así se van armando estas normas consensuadas que tengan la gran mayoría”.
Esta es la primera vez que la ciencia y el conocimiento se tratan en una constitución en Chile, por lo mismo, puede que algunas personas consideren que no sea un tema importante para el país, no obstante, señala que “nosotros asumimos que todos pensamos casi igual. Que el país progresa en base al conocimiento o le va mejor con la decisión en base a evidencia”. Y un poco explica también el por qué las leyes se han demorado en salir, “lo estamos viviendo en vivo y en directo tratando de persuadir a nuestros colegas de que es importante y necesaria su aprobación y su apoyo, pero a la vez hay temas que son más políticos como el de la propiedad de quién es el dueño de qué y cuál es el rol del Estado en eso, así que es una conjugación de cosas, pero en base a nuestra condición eso es lo más complejo de incorporar; esperemos que esto sirva también como base para las discusiones políticas científicas que tienen que venir a futuro”.
Respecto al reconocimiento constitucional de las y los trabajadores de investigación, artes, cultura y patrimonios, esta norma se presentó por separado, pero se logró unir a los dos grupos que lo estaban proponiendo y se hizo una norma consenso, aunque a ojos de Dorador, aquí la discusión también va a ser política, porque hay sectores que sostienen que no debería haber una norma que distinga a unos trabajadores sobre otros y “nosotros hacemos el punto que en particular estos trabajadores son muy precarizados, entonces sí es importante reconocerlos; hay un desconocimiento con respecto a este tema en la investigación y el conocimiento, porque no se sabe cómo trabajan y bajo qué condiciones”, lo mismo con las artes y las culturas.
Desde el punto de vista científico, Dorador señala que, “este proceso es histórico y es la primera vez que ocurre en Chile, que estamos escribiendo nuestra propia constitución, la cual ha sido designada a un grupo de personas específicas para hacerlo y esto involucra varios hitos que no teníamos conciencia, como por ejemplo conversar entre iguales a pesar de nuestras diferencias y nuestros orígenes, nuestras formas de pensamiento político y que tengamos las mismas oportunidades de poder exponer nuestras ideas – que no sólo son nuestras- si no que nosotros representamos distintas sensibilidades y colectivos y movimientos sociales”.
También ya hay artículos aprobados, como el garantizar un Estado social de derecho, en oposición al Estado subsidiario que se manifiesta fuertemente en la Constitución de 1980, lo cual tiene múltiples consecuencias, “porque en el fondo es un cambio de ética respecto a cómo nos relacionamos nosotros los habitantes del país y también cómo esto tiene que ver con la valorización de los derechos fundamentales de las personas, por lo tanto, lo que estamos viviendo es histórico”. También se establecieron líneas para que exista la paridad en todas las instituciones del Estado, porque “va a permitir que más mujeres puedan participar en la toma de decisiones y que exista más diversidad, lo cual es uno de los grandes hitos a sobrellevar aquí, ya que muchas personas han estado fuera en la toma de decisiones, como los pueblos originarios, mujeres, disidencias, regiones etc.”. Para la constituyente, ese reconocimiento es una base importante que se está viendo reflejado en las normas que nunca antes se había conversado a nivel constitucional, porque los desafíos a futuro son tantos que no hay otra forma de mirarlos que no sea a través de las distintas visiones. También hay temas profundos de la constitución ya aprobados como la descentralización, que se manifiesta en el estándar más alto que podemos tener en un Estado unitario, que son las regiones autónomas y las comunas autónomas, donde también esa descentralización tiene que ser fiscal y no solamente territorial, ya que las decisiones que le comprenden a las regiones bajo un principio de solidaridad es quizás una de las diferencias más profundas, “porque cuando avanzamos en el Estado solidario que cuida y se cuida a los demás, que garantiza los derechos de las personas, no tienen que estar al arbitrio de una condición socio-económica para acceder a algunos beneficios negando otros derechos; ósea que todos estemos cada vez con mayores oportunidades y más igualdad”.
Antes de finalizar esta entrevista, la convencional señaló que “yo creo que a las personas les hace mucho más sentido lo que se está haciendo y porque hasta ahora hemos estado viendo temas más políticos. Cuando se les diga -vamos a garantizar el acceso a la vivienda digna para todas las personas – y cuando exista un sistema único de salud, donde no exista una salud para pobres y otra para ricos, lo cual no implica que la otra desaparezca, sino que las personas tengan el acceso a los mejores servicios, independiente de sus recursos económicos, es motivo de aprobación, considerando que la constitución de 1980 aparte de haber sido escrita en dictadura imponiendo ideas y sistemas, profundizando la desigualdad y precarizando nuestras vidas, bajo un régimen de terror, necesitamos una nueva oportunidad para unirnos como país y esta nueva constitución también es una nueva esperanza para el futuro y las futuras generaciones, porque además tiene un fuerte énfasis medioambiental, sobre todo en el contexto de crisis climática que estamos viviendo, así que estamos haciendo muchas cosas, que espero el resultado sea valorable para toda la gente. “Hago un llamado a las personas a revisar en los medios oficiales, también a tratar de informarse por medios confiables porque hay muchas noticias falsas de la convención y que se informen de los artículos que han sido aprobados por el pleno, que son los que van a quedar en el borrador de la nueva constitución. Los otros son lo que se ha visto en la comisión, lo que no es un argumento para aprobar o rechazar, porque también hay que esperar el resultado final”.