Descentrados Chile

Hecha la Ley, échale ganas…

Fotografía: Asperger Quinta

Por Jacqueline Améstica Agurto
Presidenta Asperger Quinta. Cofundadora FUAN – MILA- Vocería Autismo Quinta.

¡Habemus Ley! Así comenzamos nuestras palabras para iniciar esta nueva columna de opinión. Marzo 2023 tiene un nuevo sentido para muchas personas autistas y sus familias; Chile, por fin cuenta con una Ley de Autismo, la cual ha sido concebida a través años de la lucha de muchas familias (mayoritariamente mujeres) con algún integrante autista, años de tocar puertas, para abrir los oídos, levantar la vista a las neurodivergencias, abrir la mente hacia nuevos caminos de hacer las cosas con mayor empatía, protección y bienestar.

El mes de Marzo para muchas familias y personas autistas, significaba una gran carga de stress, no por la larga lista de útiles o el costo de los uniformes, sino más bien por las aprehensiones de saber cómo nuestros hijos o familiares se adaptarían a las rutinas y deberes escolares, la angustia de sentir que, si la matrícula solicitada con mucho tiempo de anticipación a los establecimientos educacionales, respetarían los acuerdos de la reunión “extraordinaria” para efectuar la matrícula de las y los estudiantes “extraordinarios” o “excepcionales”, basada en la mal entendida actitud de beneficencia que muchos establecimientos educativos imponen a las familias para poder recibir a estos estudiantes “raros” “difíciles” o “extraños” y todas esas acepciones  que más de una madre, padre o apoderados han escuchado acerca de sus seres queridos.

Marzo 2023 se empieza a escribir con un lápiz, que no borrara el codo, sino que se escribe y dibuja con lápices de colores, que pintan de esperanza, protección y bienestar, las vidas de las personas autistas y sus familias, ya que el Estado chileno en conjunto con sus ciudadanos, son los protagonistas de hacer esta ley una letra viva  y no una letra muerta, con el fin de no terminar  aplicando el dicho “hecha la ley hecha la trampa”, sino más bien comenzar el lema “hecha la ley, échale ganas”, pues son las ganas de toda la comunidad en su conjunto y sociedad chilena, en general,  el  comenzar a capacitarse, interiorizarse y aplicar la ley, en beneficio propio y las personas autistas.

La Ley de Autismo no es la meta, como muchos y muchas han pensado, la ley es la base para comenzar a cimentar el futuro y mejorar la vida de las personas autistas validando sus individualidades, valorando sus capacidades, incentivando su desarrollo, potenciando la autonomía, mejorando las condiciones de vida a través de los cuidados y atenciones propuestas en los artículos de la ley, la cual también consigna la importancia de las y los cuidadores, que durante años han sido invisibilizados, ya que muchos de ellos han dejado sus vidas de lado para cuidar, motivar, incentivar, crear y levantar la voz para mejorar la vida de sus hijos, hijas o seres queridos.

Hoy nuestro país, sube un paso más hacia un Estado de Bienestar, término que los países desarrollados, lo tienen consagrado en sus políticas de cuidado de sus ciudadanos y ciudadanas, a través de acciones en las áreas social, política, económica, educativa y de salud.

Como mujeres, madres y activistas por las personas y familias autistas, marzo se convierte en el mes de la defensa de los derechos de las mujeres y abril es el mes de los derechos del Autismo, si bien durante años anteriores salimos a marchar pidiendo una ley, este año y los venideros saldremos a “echarle ganas” a una ley tan esperada y añorada.